lunes, 10 de noviembre de 2008

¡¡Ay Dios!!

Descubierto el misterio de por qué se agujeraban mi calzado deportivo, un movimiento que me costó un cachito de piel, primero el tenis y luego el calcetín, para dar en mi pielesita un ligero rosón que me dolió un poco, me da gusto por que así ya no tendré hoyos en todos mis tenis.

No hay comentarios: