Bien, me he encontrado un hueco para escribir nuevamente en mi blog. Un comentario redundante, pero necesario. Quiero tocar un tema "de moda".
Parece ser que los tiempos electorales hacen que las cosas avancen más rápido y la gente se mueva mucho más. Ojalá la época de elección fuera perpetua; ¡oh sorpresa! efectivamente lo es. Día tras día nos la pasamos haciendo elecciones, tomando desiciones que afectan en menor o en mayor medida nuestro futuro. Tan sencillo como tirar la basura en su lugar o pasarse un semáforo en rojo. En la medida en que entendamos que la mejora de nuestra sociedad se basa en esas pequeñas trivialidades aparentemente sin importancia, es como veremos los resultados que esperamos. Como siempre lo he sostenido, debemos concentrarnos en crear ciudadanos críticos, informados y participativos. Suena fácil, pero citando uno de los principios básicos de la ciencia "materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma" lo mismo aplica a los seres humanos; caso específico el ciudadano mexicano. Parece ser un ente quejumbroso, apático, sensacionalista y conformista, sin rumbo fijo e idiotizado por la televisión. Esta percepción es la que me han transmitido muchas de las personas con las que he tenido contacto. No digo que todos sean así, pero al parecer es el punto de partida para la transformación de éste ciudadano al ideal que nombré con anterioridad. No podemos ser ajenos a la realidad que nos rodea todos los días.
El punto de partida propuesto es la proactividad. Despertar ese interés por hacer cada día un poco más, no quedarnos estancados en la rutina, el conformismo. Atacar la apatía es complicado, no imposible.
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