Como olvidé por tantos años a uno de mis animales preferidos, sí, los buitres, con sus cabezas sin pelo y su peculiar forma. Hoy estaba viendo un antiguo libro con ilustraciones muy padres, en el que los recordé, y como en los tiempos en que me empezaron a gustar no existía la Wikipedia, me di a la tarea de investigar un poco, con el dato muy curioso de que hay dos grupos principales de éstos, los del Viejo Mundo y los del Nuevo Mundo. Ambos evolucionaron independientemente uno del otro, con rasgos en común y con pequeñas diferencias. Así aprendí que también existe la evolución convergente.
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